13 de agosto de 2012

Desde un lugar de La Mancha...

"Dichoso es aquel que mantiene una profesión
 que coincide con su afición".
George Bernard Shaw, escritor irlandés.


Bienvenidos de nuevo mis ilustres visitantes, mentaba yo en el post anterior, aunque muy de soslayo, un programa de radio con el que suelo distraer mi atención durante las largas noches en que agarrado al volante voy recorriendo las tristes, y más solitarias que nunca, carreteras de nuestra querida España. ¡Ay, qué sería de nosotros sin la compañía de la radio! (Y donde digo nosotros, entiéndase trabajadores nocturnos, madrugadores de por favor cinco minutos más, trasnochadores de la última y nos vamos, noctámbulos impenitentes o no, e imsomnes varios). Y hay que ver cómo está el espectro (nunca mejor dicho) radiofónico nocturno de los últimos tiempos...
         
¿He dicho está? Perdón, estaba, estuvo y lamentablemente seguirá estando, EXCEPTO durante el mes de Agosto, coincidiendo con las vacaciones -merecidísimas y escasas- de los programas habituales. Y es que ya somos muchos, somos legión, quienes hemos descubierto el que consideramos como mejor programa de la radio española en mucho tiempo: 'EN MARCHA' y aunque ya casi ha llegado a su ecuador no quiero dejar pasar la ocasión de poner mi granito de arena recomendando su benefactora escucha allá por donde quiera que voy. A buenas horas, mangas verdes, diréis algunos por mi tendencia al ya haré mañana lo que quizá pudiera hacer hoy, pero nunca es tarde si la dicha es buena, responderéos yo, pero en fin, dejémoslo así que en cuestión de tirar de refranero, nunca se sabe... El caso es que: ¡Vamos, alegría, alegría y abrocháos los cinturones que empieza ya 'EN MARCHA'!

'Concierto de Brandemburgo nº 2'
(1er. mov. Allegro)


'En marcha' se emite en -y desde- Onda Cero Radio Castilla-La Mancha durante todo el año, pero su emisión pasó a ser nacional hace muy pocos años, por motivos ya mencionados, al principio con el nombre 'El verano en marcha', aunque ahora ha recuperado su nombre primigenio. Se emite de 4 a 7 de la madrugada (hora peninsular española) y de lunes a viernes -o de domingo a jueves, según se mire-, y ¿qué tiene de especial?, os preguntaréis. Y yo os respondo: su alma mater, la persona que lleva sus riendas, periodista vocacional desde muy temprana edad, infatigable, omnipresente en las ondas (si no fuera por la bonhomía, sinceridad y alegría desbordante que transmite, algunos creeríamos que -con el permiso de Gila- alguien ha hecho un pacto con alguien...) y dueño de la risa más sincera y contagiosa que te puedas echar a los oídos, una risa en Fa Mayor. Su nombre Javier Ruiz.

Por supuesto él estaría de acuerdo en compartir el mérito de su buen hacer con las personas de las que ha sabido rodearse, se nota la tan cercana y necesaria mano amiga, y se disfruta de un equipo y unos colaboradores de primerísima línea. Va por todos ellos:



'Concierto de Brandemburgo nº 2'
(2º mov. Andante)

Hay colaboradores para todos los gustos, pues son variadas las secciones que salpican el programa, algunas diarias, otras semanales. De las diarias me gusta 'El Illán nuestro de cada día', con Antonio Illán, el Mecánico de las Palabras, quien nos explica con una dulce y pausada vocecilla -impostada, dice él- cuestiones varias sobre el mundo de la etimología y la lengua. Y de las secciones semanales, como no podía ser de otra forma, espero con ansia la dedicada a la música -culta, como gustan llamarla- que tan bien sabe llevar el musicólogo y doctor en Bellas Artes Marco Antonio de la Ossa, de quien me ha sorprendido enormemente su bien aprovechada juventud.
        
No puedo nombrarlos a todos y no quiero dejar de enviarle un saludo al entrañable Tito Víctor,  cuya taberna ojalá me pille algún día de paso, así como a Emilio Hidalgo, Sebastián Marín, Manuel Aguilar y Enoc Altabás, que menudo cuarteto forman.

'Concierto de Brandemburgo nº 2'
(3er. mov. Allegro assai)

Así que, ¿a qué esperas?, ponte en marcha, descubrirás una nueva forma hacer radio, vivirás las tres horas más cortas de tu vida, optarás a un suculento premio inscribiéndote en el selecto Club del Currante, (yo tengo el nº de socio 817), y compartirás muchas sonrisas en la página oficial en Facebook: EN MARCHA (enlace directo), o en el grupo de oyentes también en Facebook: EL VERANO EN MARCHA (enlace directo), amén de muchas otras posibilidades de contacto.

Y respecto al grupo de Facebook 'Queremos que EN MARCHA siga en antena todo el año', sus numerosísimos -somos legión- integrantes queremos felicitar a Don Javier González Ferrari, presidente ejecutivo de Onda Cero, por ser hoy su cumpleaños, y regalarle con todo el cariño del mundo una pregunta:

¿QUÉ HAY DE LO NUESTRO?
 ¡Ufff...! Se supone que ahora debería contar algo del gran Bach y su Concierto de Brandemburgo nº2, pero esta noche tengo que ponerme EN MARCHA por partida doble y yo... duermo, ¡NO CÓMO OTROS!

 (Algún día Javier Ruiz nos contará su secreto).

O no.




         



1 de agosto de 2012

Cantando bajo la ducha.

"Un pájaro no canta porque tenga una respuesta. Canta porque tiene una canción."
(Proverbio chino)


Hace unos días, durante unas de esas noches en que uno intenta mantener la consciencia para no acabar cayendo en los brazos del tenaz Morfeo y con el amanecer  aún por las antípodas, recurrí como último recurso a uno de esos programas nocturnos de radio que no pasarán a la historia precisamente por la impronta cultural que dejan en sus oyentes, pero que, con un poco de suerte, quizá me sirviera para concentrar mi volátil atención. ¡Y vaya que sí me sirvió!
Sus dos dicharacheros locutores -ahora de merecidas vacaciones- defendiendo opiniones contrarias (ya sabéis: poli bueno, poli malo), sobre la imposibilidad o no de cantar en la ducha, cuestionaban a los llamantes sobre su canción favorita para tal menester. Naturalmente hubo respuestas para todos los gustos. Y disgustos. Personalmente me quedé con la de dos oyentes que afirmaban categóricamente que era imposible cantar en la ducha.
 
Ante la imposibilidad de llamar y rebatir tan absurda afirmación en ese momento, me he decidido hacerlo aquí, pues para un servidor, al igual que la españolísima siesta, el cantar bajo una refrescante ducha, no es tema baladí, es tradición.
 
Y no es que uno se considere precisamente un Caruso, pero ésto no es impedimento alguno para exclamar a los cuatro vientos -eso sí, en voz baja, por respeto al vecindario- la inexplicable, por rara, alegría que le inunda tras el merecido descanso.
Atrás quedaron aquellos tiempos en que uno tenía que contentarse con destrozar los más conocidos temas de cantantes hispanohablantes, a falta de conocimientos lingüisticos foráneos, pero hoy en día gracias a la internet... ¡qué diferencia! ¿Y qué me decís de la inmejorable acústica de los baños de hoy en día,  cuyas alicatadas paredes convierten en sonoros trinos de oro los tímidos gorgojeos de un temprano despertar.
Os muestro a continuación un divertido vídeo compartido en la red -a cuyo autor le agradezco el detalle de haberlo subtitulado-, con el último tema que me he atrevido a sumar a mi, ya extensa, lista de éxitos sub-acuáticos. La primera vez que lo escuché fue un pequeño fragmento en una desternillante escena protagonizada por ese gran (en todos los sentidos) actor inglés llamado Richard Griffiths, en la película Tess y su guardaespaldas (Guarding Tess, de 1994), con Nicolas Cage y una memorable Shirley Mc. Laine como principales protagonistas. Una pequeña escena, corta, sencilla y aparentemente prescindible, pero que a mí me supo a gloria.
Ah, si no entendéis italiano os diré que en la segunda estrofa no se habla ni del precio de las cosas en los citados países europeos, ni del valor de la prima de riesgo y ni mucho menos de los goles de la reciente Eurocopa; lo mejor es que sigáis la traducción.

Madamina, il catalogo è questo.

Madamina, il catalogo è questo
 Delle belle che amò il padron mio;
 un catalogo egli è che ho fatt'io;
 Osservate, leggete con me:
In Italia seicento e quaranta;
 In Alemagna duecento e trentuna;
 Cento in Francia, in Turchia novantuna;
 Ma in Ispagna son già mille e tre.
V'han fra queste contadine,
 Cameriere, cittadine,
 V'han contesse, baronesse,
 Marchesane, principesse.
 E v'han donne d'ogni grado,
 D'ogni forma, d'ogni età.
Nella bionda egli ha l'usanza
 Di lodar la gentilezza,
 Nella bruna la costanza,
 Nella bianca la dolcezza.
Vuol d'inverno la grassotta,
 Vuol d'estate la magrotta;
 È la grande maestosa,
 La piccina è ognor vezzosa.
Delle vecchie fa conquista
 Pel piacer di porle in lista;
 Sua passion predominante
 È la giovin principiante.
Non si picca – se sia ricca,
 Se sia brutta, se sia bella;
 Purché porti la gonnella,
 Voi sapete quel che fa
Señorita, el catálogo es este
 de las bellas que amó mi patrón;
 un catálogo que yo mismo hice;
 observad, leed conmigo.
En Italia, seiscientas cuarenta;
 En Alemania, doscientas treinta y una;
 Cien en Francia; en Turquía, noventa y una;
 Pero en España son ya mil tres.
Entre éstas hay campesinas,
 camareras, ciudadanas,
 condesas, baronesas,
 marquesas, princesas,
 y hay mujeres de toda condición,
 de toda forma, de toda edad.
De las rubias, él tiene costumbre
 de halagar la gentileza;
 de las morenas, la constancia;
 de las pálidas, la dulzura.
 Quiere para el invierno a la gordita,
 quiere para el verano a la flaquita;
 es la corpulenta majestuosa.
 la pequeña es más graciosa.
A las viejas las conquista
 por el placer de ponerlas en la lista;
 su pasión predominante
 es la joven principiante.
No le importa que sea rica,
 que sea fea, que sea bella;
 mientras lleve una falda,
 vos sabéis lo que hará.
Popular Aria del catálogo compuesto  por Johannes Chrysostomus Wolfgangus Theophilus Mozart, que tal era el nombre completo del célebre compositor austriaco, e interpretada magistralmente por el bajo italiano Ferruccio Furlanetto.
Forma parte de la ópera bufa 'Don Giovanni', basada en el mito de Don Juan, y se dice que terminada por Mozart el mismo día de su estreno, el 29 de octubre de 1787 en Praga, con libreto de Lorenzo Da Ponte y un grandioso éxito de crítica y público. En este divertido aria se escenifica como Leporello, sirviente de Don Giovanni, le muestra a Doña Elvira, dama burgalesa pretendida -y engañada- por el famoso libertino, un cuaderno con las numerosas amantes que éste ha seducido y burlado por media Europa, intentando hacerle ver que su amo, en realidad, no merece la pena.



Bueno, pues eso es todo por hoy. Y hacedlo, ya sea en la ducha, en la bañera, en un tonel, bajo una cascada o en un charco, ¡cantad! Y demostradle al mundo que es posible.

Y hacedlo con frecuencia, que no duele, haced como yo, dos o tres veces al año ¡aunque no haga falta!

¡Venga, con un par!

O no.