21 de febrero de 2013

El sexto sentido.

Sobre la absenta
"Después del primer vaso, uno ve las cosas como le gustaría que fuesen.
Después del segundo, uno ve las cosas que no existen. 
Finalmente, uno acaba viendo las cosas tal y como son, 
y eso es lo más horrible que puede ocurrir".
Oscar Wilde, escritor, poeta y dramaturgo irlandés.


        


En ocasiones veo muertos...
Cierro los ojos, en vano, 
pues ahora escucho sus lamentos:
-Ven, regresa con nosotros, vuelve... vuelve... 
Y yo, mientras intento huir desesperadamente,
les grito que no puedo,
que tengo un compromiso
con todos vosotros




Dicen que la pérdida de alguno de los sentidos se compensa en los restantes. Pues debe ser cierto. Uno, que ya lleva unos cuantos días resignado, intentando recargar las energías casi agotadas por completo, exhausto de tantos frentes en los que luchar, ha visto muy mermados sus cinco principales sentidos, y teniendo en cuenta la atrofia -ya de nacimiento- del inútil sentido del ridículo, todo ello ha redundado en favor del siguiente sentido en importancia, el sentido de la responsabilidad, el sexto sentido.
Y mi sexto sentido me recuerda con insistencia que cuando decidí crear este sitio, desde el mismo momento que, como anfitrión, os di la bienvenida, adquirí un compromiso con todos vosotros, mis queridos huéspedes.
Un compromiso que no pienso abandonar. Aún en la más absoluta oscuridad, apartado de todo estímulo, mientras mis constantes vitales se van normalizando, compruebo, con agrado, que seguís viniendo por aquí. Venid, sabéis que estáis en vuestra casa, y no os preocupéis si no me dejo ver, tened bien seguro que pase lo que pase, yo estoy aquí.  

'Haja o que houver'.

Haja o que houver eu estou aqui
Haja o que houver espero por ti
Volta no vento ó meu amor
Volta depressa por favor
Há quanto tempo já esqueci
Porque fiquei longe de ti
Cada momento é pior
Volta no vento por favor
Eu sei, eu sei
Quem és para mim
Haja o que houver
espero por ti...
   
Pase lo que pase yo estoy aquí
Pase lo que pase espero por ti
Vuelve en el viento, oh, mi amor
Vuelve deprisa, por favor
Hace tanto tiempo que ya olvidé
Porque estoy lejos de ti
Cada momento es peor
Vuelve en el viento por favor
Yo sé, yo sé,
 qué eres para mí
Pase lo que pase espero por ti...



Un compromiso, con todos vosotros.
Huyo, me caigo y no consigo levantarme.
Es entonces que mi amada Luna
envía en mi ayuda al Hada Verde.
Es entonces que despierto.
Se ha vaciado la bolsa de suero.
Es entonces que despierto, de nuevo.
Aún alimenta mi vena
la botella de absenta.
                                (Florentino Menéndez).




                 





4 comentarios:

  1. Recargar pilas es importantísimo tanto para el alma como para el cuerpo, espero que poco a poco vuelvas con fuerza, que la tienes y nos hagas pasar grandes ratos con tu blog, yo estoy muy liada y te veo poco pero aquí seguimos como bien dices y aquí seguiremos
    besotess blogueros.

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    Respuestas
    1. Gracias, Maribel.
      Es un post de hace cuatro años, pero aún muy actual. Necesario recargar pilas de vez en cuando y, a veces, también, bajar el ritmo o apartar cosas para hacer sitio a otras.
      Gracias por venir, eeeeh, ¿no habrás traído unas milhojitas, verdad?
      Besos, de chocolate.

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  2. Ummm...pásame un chute de energía

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