Georges Duhamel, escritor francés.
No hace muchos años, en Santo Domingo, República Dominicana...
—Y ahora, mis queridos alumnos, quiero que me digáis el nombre de vuestro compositor favorito. A ver, empiezas tú, Miguelito.
—¡Mozart!
—¡Muy bien, Miguelito!, a ver, ahora tú misma, Merceditas.
—¡Bach!, Juan Sebastián Bach, seño.
—¡Excelente!, venga, te toca a ti, Federiquín.
—Eeeeeh..., uhmmm..., sí, este, eseeee..., aquel que era gordo, ¡el del chan-chan-chan-chaaaaaaaaan!
—Bueno, vale, se llamaba Beethoven; y era sordo, no gordo..., bueno, un poco gordo quizá también. Vamos, ahora tú Ana María.
—¡SCHARWENKA!
Franz Xaver Scharwenka |
Ana Mª Troncoso |
Saludos cordiales y FELIZ NAVIDAD, mis queridos visitantes.
Como cada 25 de diciembre celebramos el aniversario del nacimiento de éste, vuestro blog casi favorito, ¡y ya van 7 años! Esta séptima celebración quiero y debo dedicársela a la ilustre visitante nº 100.000 del blog, ANA MARÍA TRONCOSO, amiga y asidua seguidora residente en la, sin duda, bella R.D, osea, República Dominicana.
Supongo que tan afortunado echo ha de marcar un antes y un después para tan distinguida dama; antes, celosa de su privacidad y felizmente dedicada en sus relaciones sociales a sus círculos familiares e íntimas amistades; hoy, una celebrity admirada y envidiada en todo el mundo por el simple echo de haber echo click una vez en el enlace preciso (o diez, o veinte o treinta veces; da igual, el resultado es el mismo), pero es el precio a pagar por pasar a la Historia con el indudable honor de haber añadido un dígito más al contador de visitas de éste, vuestro blog casi favorito. Barato precio a pagar.
Supongo que tan afortunado echo ha de marcar un antes y un después para tan distinguida dama; antes, celosa de su privacidad y felizmente dedicada en sus relaciones sociales a sus círculos familiares e íntimas amistades; hoy, una celebrity admirada y envidiada en todo el mundo por el simple echo de haber echo click una vez en el enlace preciso (o diez, o veinte o treinta veces; da igual, el resultado es el mismo), pero es el precio a pagar por pasar a la Historia con el indudable honor de haber añadido un dígito más al contador de visitas de éste, vuestro blog casi favorito. Barato precio a pagar.
Supongo, también, que dado el tiempo transcurrido desde tan alto hito, nuestra afortunada amiga ya se habrá acostumbrado a las innumerables pasarelas de la fama, al acoso mediático y a no poder dar un paso sin ser reconocida y reclamada por legiones de fans, cazadores de autógrafos y pescadores de selfies..., supongo; no es difícil imaginársela llegando al hogar al final del día, sentada, agotada, preguntándose dónde quedó su "antes de", exhalando lánguidos y nostálgicos Suspiros...
Sospiri - Edward Elgar
Sir Edward William Elgar, compositor británico nacido a mediados del siglo XIX, autodidacta, de familia humilde, católico y de tardío reconocimiento en la clasista sociedad británica. Las Variaciones Enigma y las marchas de Pompa y Circunstancia son sus obras más conocidas. Este precioso adagio, Sospiri, Op. 70, fue inicialmente escrito para violín y piano, formando parte de Salut d'Amour (entonces Soupir d'Amour), regalo de bodas para sus esposa Alice, aunque pronto se dio cuenta de que tenía que ser una obra aparte, renombrándola como Sospiri y reescribiéndola para orquesta de cuerdas, arpa y órgano.
— ¡Uy, qué alegría! y no, no me lo esperaba... ¿Hacer click, cuántas veces?, ¡oh, no..., qué horror!, ¿de veras?,no me puedo creer que alguien sea capaz, ¡qué desfachatez!.
—Pues créetelo, mi estimada amiga, de eso y de cosas peores...
Pero, en fin, vamos a lo que vamos: necesito que me digas UNA obra o pieza musical, o UN compositor que te guste mucho, mucho, mucho, para incluirlo en el post del homenaje pertinente.
— Hummm..., sí, ya: Martucci y su Notturno.
—De acuerdo, pues enseguida me pongo a ello.
—Eeeeh, ¿puedo decirte otro que me encanta?
—Sssssí..., claro, los que desees...
—¡Ah, vale, qué bien! Pues Villa-Lobos y sus Bachianas brasileiras, la nº5; Sibelius y su Segunda sinfonía...
—Muy bien, anotados están y...
—¡Elgar!, Edward Elgar y su Sospiri, me encantaaa...
—Estooooo...
—¡Y Scharwenka!, con su Concierto para piano nº4, ¡magnífico!
—(...)
Y así fue (bueno, más o menos así, quizás dada mi ligera tendencia al exceso rococoqueril, lo haya adornado un poco), y así fue, os decía, mis queridos amigos, como aquel día estuve a punto de hacerme un Sibelius... ¿Qué?, no, nooo, que va, no iba a hacerme una heroica y reivindicativa sinfonía, me refiero a que a punto estuvo de caérseme todo el pelo.
Sinfonía nº2 - Jean Sibelius
Jean Sibelius |
Jean Sibelius, compositor y violinista finlandés, muy conocido por sus sinfonías y poemas sinfónicos, como Finlandia y la Suite Karelia. Ésta, su Segunda sinfonía es la más popular y grabada de las siete que terminó -hubo una octava que acabó destruyendo-, fue estrenada en 1902, con él mismo dirigiendo a la Sociedad Filarmónica de Helsinki y supuso la confirmación del autor como héroe nacional; eran tiempos convulsos, de lucha contra la opresión rusa. A pesar de haber sido un autor muy prolífico, su creación comenzó misteriosamente a declinar allá por 1926, al término de su Séptima sinfonía, llegando incluso a negarse a hablar de su propia música durante los últimos treinta años de su larga vida.
En fin, que ésto empieza a parecerse a uno de esos monumentales artículos de don Manuel Águila en su An die Musik, por supuesto no en densidad, pero sí en longitud. ¡Vaya, lo que faltaba!, mi vecina acaba de poner a todo trapo el Carrie de Europe; pues ella se lo ha buscado, es hora de contraatacar, ¡a mí me va a venir con esa cantinela!
Bachianas brasileiras nº 5 - Heitor Villa-Lobos
Aria: Cantilena
Tarde uma nuvem rósea lenta e transparente.
Sobre o espaço, sonhadora e bela!
Surge no infinito a lua docemente,
Enfeitando a tarde, qual meiga donzela
Que se apresta e a linda sonhadoramente,
Em anseios d'alma para ficar bela
Grita ao céu e a terra toda a natureza!
Cala a passarada aos seus tristes queixumes
E reflete o mar toda a sua riqueza...
Suave a luz da lua desperta agora
A cruel saudade que ri e chora!
Tarde uma nuvem rósea lenta e transparente
Sobre o espaço, sonhadora e bela.
Tarde, una nube rosa, lenta y transparente.
¡Sobre el espacio, soñadora y bella!
Surge en el infinito la luna dulcemente,
Enfatizando la tarde, qué dulce doncella
Que se prepara y embellece soñadora,
En anhelos del alma para quedar bella.
¡Grita al cielo y la tierra toda la naturaleza!
Los pájaros callan a sus tristes quejas
Y refleja el mar toda su riqueza ...
Suave la luz de la luna despierta ahora
¡La cruel nostalgia que ríe y llora!
Tarde, una nube rosa, lenta y transparente
¡Sobre el espacio, soñadora y bella!
Aria: Cantilena
Tarde uma nuvem rósea lenta e transparente.
Sobre o espaço, sonhadora e bela!
Surge no infinito a lua docemente,
Enfeitando a tarde, qual meiga donzela
Que se apresta e a linda sonhadoramente,
Em anseios d'alma para ficar bela
Grita ao céu e a terra toda a natureza!
Cala a passarada aos seus tristes queixumes
E reflete o mar toda a sua riqueza...
Suave a luz da lua desperta agora
A cruel saudade que ri e chora!
Tarde uma nuvem rósea lenta e transparente
Sobre o espaço, sonhadora e bela.
Tarde, una nube rosa, lenta y transparente.
¡Sobre el espacio, soñadora y bella!
Surge en el infinito la luna dulcemente,
Enfatizando la tarde, qué dulce doncella
Que se prepara y embellece soñadora,
En anhelos del alma para quedar bella.
¡Grita al cielo y la tierra toda la naturaleza!
Los pájaros callan a sus tristes quejas
Y refleja el mar toda su riqueza ...
Suave la luz de la luna despierta ahora
¡La cruel nostalgia que ríe y llora!
Tarde, una nube rosa, lenta y transparente
¡Sobre el espacio, soñadora y bella!
Heitor Villa-Lobos |
Notturno para orquesta - Martucci
Giuseppe Martucci, compositor, pianista y director de orquesta italiano. Destacó como excelente pianista ya desde niño, llegando a ser elogiado por Anton Rubistein y el mismísimo Liszt. No se quedó atrás en su faceta como director, llegando a participar del estreno del Tristán e Isolda wagneriano en Bolonia, en 1888, y cabe destacar la difusión por toda Italia de la música de los más grandes compositores europeos. En el, aproximadamente, centenar de obras de su producción musical sobresalen la influencia del romanticismo centroeuropeo y su amor por la cultura popular italiana. En esta solemne ocasión, elegimos este soberbio Notturno en sol bemol, op. 70, compuesto inicialmente para piano y arreglado posteriormente para orquesta.
Bien, repasemos: Scharwenka, Elgar, Sibelius, Villa-Lobos y Martucci. También están Sol Gabetta, Bidu Sayao, Bernstein y Muti, estos dos últimos sé que especialmente admirados por mi agasajada e ilustre cienmilésima visitante, pero lo que sí me pareció extraño que mi agasajada e ilustre visitante no me haya pedido nada de su admiradísimo Mahler, aunque se le puede sentir en el Notturno marticciano, no es lo mismo, así que como no me quedo del todo complacido, este último regalo corre de mi cuenta. Noooo, no es que le haya encargado un retrato a mi pintor de cámara, yo sólo he enmarcado una imagen que encontré por ahí (pero ésto no tiene por qué saberlo nadie, ¿verdad?).
¡Y ya está!
¿Queréis saber lo más importante de todo esto? Pues, aparte de que con este post he aprendido más de música que en los 7 años que llevo escribiendo en éste vuestro blog casi favorito, imaginar que al otro lado del Atlántico, a unos 6000 km. de distancia, quizás haya, al menos, una bella persona muy apreciada, poseedora de un alma sonriente capaz de irradiar toda su alegría por todo su, ya de por sí, afortunado entorno.
Gracias de corazón, Ana María Troncoso.