Mostrando entradas con la etiqueta Edward Elgar. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Edward Elgar. Mostrar todas las entradas

25 de diciembre de 2017

7 AÑOS, 100.000 VISITAS

"Si quieres hallar en cualquier lado amistad, dulzura y poesía, llévalas contigo".
Georges Duhamel, escritor francés. 







No hace muchos años, en Santo Domingo, República Dominicana... 

—Y ahora, mis queridos alumnos, quiero que me digáis el nombre de vuestro compositor favorito. A ver, empiezas tú, Miguelito. 
—¡Mozart! 
—¡Muy bien, Miguelito!, a ver, ahora tú misma, Merceditas. 
—¡Bach!, Juan Sebastián Bach, seño. 
—¡Excelente!, venga, te toca a ti, Federiquín. 
Eeeeeh..., uhmmm..., sí, este, eseeee..., aquel que era gordo, ¡el del chan-chan-chan-chaaaaaaaaan! 
—Bueno, vale, se llamaba Beethoven; y era sordo, no gordo..., bueno, un poco gordo quizá también. Vamos, ahora tú Ana María
—¡SCHARWENKA!  

Concierto para piano nº 4 - Franz Xaver Scharwenka 

Franz Xaver Scharwenka
Franz Xaver Scharwenka (1850-1924), compositor, director de orquesta, pianista y musicólogo alemán, ligado casi exclusivamente a la composición e interpretación de obras en las que el piano es el principal protagonista. Además de dos sonatas para violonchelo y una ópera, Mataswintha, fue co-autor, junto a Augusto Spanuth de un método para piano, además de fundador y director de sendos conservatorios en Berlín y Nueva York, siendo en esta última ciudad, en 1910, dirigido por el mismísimo Gustav Mahler, en la interpretación del expuesto Concierto nº 4 para piano y orquesta.

Ana Mª Troncoso

Saludos cordiales y FELIZ NAVIDAD, mis queridos visitantes. 

Como cada 25 de diciembre celebramos el aniversario del nacimiento de éste, vuestro blog casi favorito, ¡y ya van 7 años! Esta séptima celebración quiero y debo dedicársela a la ilustre visitante nº 100.000 del blog, ANA MARÍA TRONCOSO, amiga y asidua seguidora residente en la, sin duda, bella R.D, osea, República Dominicana. 




Supongo que tan afortunado echo ha de marcar un antes y un después para tan distinguida dama; antes, celosa de su privacidad y felizmente dedicada en sus relaciones sociales a sus círculos familiares e íntimas amistades; hoy, una celebrity admirada y envidiada en todo el mundo por el simple echo de haber echo click una vez en el enlace preciso (o diez, o veinte o treinta veces; da igual, el resultado es el mismo), pero es el precio a pagar por pasar a la Historia con el indudable honor de haber añadido un dígito más al contador de visitas de éste, vuestro blog casi favorito. Barato precio a pagar.  




Supongo, también, que dado el tiempo transcurrido desde tan alto hito, nuestra afortunada amiga ya se habrá acostumbrado a las innumerables pasarelas de la fama, al acoso mediático y a no poder dar un paso sin ser reconocida y reclamada por legiones de fans, cazadores de autógrafos y pescadores de selfies..., supongo; no es difícil imaginársela llegando al hogar al final del día, sentada, agotada, preguntándose dónde quedó su "antes de", exhalando lánguidos y nostálgicos Suspiros...  

Sospiri - Edward Elgar 


Sir Edward William Elgar, compositor británico nacido a mediados del siglo XIX, autodidacta, de familia humilde, católico y de tardío reconocimiento en la clasista sociedad británica. Las Variaciones Enigma y las marchas de Pompa y Circunstancia son sus obras más conocidas. Este precioso adagio, Sospiri, Op. 70, fue inicialmente escrito para violín y piano, formando parte de Salut d'Amour (entonces Soupir d'Amour), regalo de bodas para sus esposa Alice, aunque pronto se dio cuenta de que tenía que ser una obra aparte, renombrándola como Sospiri y reescribiéndola para orquesta de cuerdas, arpa y órgano.


Y es que estos asuntos que a veces nos parecen tan baladíes, oigan que le cambian la vida a uno de un momento a otro... 



—Pues, enhorabuena, mi querida Ana Mª; ya he verificado que no has hecho click más de 300 veces seguidas, impidiendo así el libre acceso de otros participantes, así que te confirmo como legítima ganadora del Premio Visitante nº 100.000 de ♫Momentos Florentinos♫.
— ¡Uy, qué alegría! y no, no me lo esperaba... ¿Hacer click, cuántas veces?, ¡oh, no..., qué horror!, ¿de veras?,no me puedo creer que alguien sea capaz, ¡qué desfachatez!. 
—Pues créetelo, mi estimada amiga, de eso y de cosas peores... 
Pero, en fin, vamos a lo que vamos: necesito que me digas UNA obra o pieza musical, o UN compositor que te guste mucho, mucho, mucho, para incluirlo en el post del homenaje pertinente.  
— Hummm..., sí, ya: Martucci y su Notturno
—De acuerdo, pues enseguida me pongo a ello. 
—Eeeeh, ¿puedo decirte otro que me encanta? 
—Sssssí..., claro, los que desees... 
—¡Ah, vale, qué bien! Pues Villa-Lobos y sus Bachianas brasileiras, la nº5; Sibelius y su Segunda sinfonía... 
—Muy bien, anotados están y...
—¡Elgar!, Edward Elgar y su Sospiri, me encantaaa... 
—Estooooo... 
—¡Y Scharwenka!, con su Concierto para piano nº4, ¡magnífico! 
—(...) 
Y así fue (bueno, más o menos así, quizás dada mi ligera tendencia al exceso rococoqueril, lo haya adornado un poco), y así fue, os decía, mis queridos amigos, como aquel día estuve a punto de hacerme un Sibelius... ¿Qué?, no, nooo, que va, no iba a hacerme una heroica y reivindicativa  sinfonía, me refiero a que a punto estuvo de caérseme todo el pelo. 

Sinfonía nº2 - Jean Sibelius

Jean Sibelius
Jean Sibelius, compositor y violinista finlandés, muy conocido por sus sinfonías y poemas sinfónicos, como Finlandia y la Suite Karelia. Ésta, su Segunda sinfonía es la más popular y grabada de las siete que terminó -hubo una octava que acabó destruyendo-, fue estrenada en 1902, con él mismo dirigiendo a la Sociedad Filarmónica de Helsinki y supuso la confirmación del autor como héroe nacional; eran tiempos convulsos, de lucha contra la opresión rusa. A pesar de haber sido un autor muy prolífico, su creación comenzó misteriosamente a declinar allá por 1926, al término de su Séptima sinfonía, llegando incluso a negarse a hablar de su propia música durante los últimos treinta años de su larga vida. 




En fin, que ésto empieza a parecerse a uno de esos monumentales artículos de don Manuel Águila en su An die Musik, por supuesto no en densidad, pero sí en longitud. ¡Vaya, lo que faltaba!, mi vecina acaba de poner a todo trapo el Carrie de Europe; pues ella se lo ha buscado, es hora de contraatacar, ¡a mí me va a venir con esa cantinela

Bachianas brasileiras nº 5 - Heitor Villa-Lobos 
Aria: Cantilena 

Tarde uma nuvem rósea lenta e transparente.
Sobre o espaço, sonhadora e bela!
Surge no infinito a lua docemente,
Enfeitando a tarde, qual meiga donzela
Que se apresta e a linda sonhadoramente,
Em anseios d'alma para ficar bela
Grita ao céu e a terra toda a natureza!
Cala a passarada aos seus tristes queixumes
E reflete o mar toda a sua riqueza...
Suave a luz da lua desperta agora
A cruel saudade que ri e chora!
Tarde uma nuvem rósea lenta e transparente
Sobre o espaço, sonhadora e bela. 
Tarde, una nube rosa, lenta y transparente.
¡Sobre el espacio, soñadora y bella!
Surge en el infinito la luna dulcemente,
Enfatizando la tarde, qué dulce doncella
Que se prepara y embellece soñadora,
En anhelos del alma para quedar bella.
¡Grita al cielo y la tierra toda la naturaleza!
Los pájaros callan a sus tristes quejas
Y refleja el mar toda su riqueza ...
Suave la luz de la luna despierta ahora
¡La cruel nostalgia que ríe y llora!
Tarde, una nube rosa, lenta y transparente
¡Sobre el espacio, soñadora y bella! 

Heitor Villa-Lobos
Heitor Villa-Lobos, director de orquesta, compositor y pedagogo brasileño autor de una enorme producción musical, de la cual hoy destacamos las Bachianas brasileiras, nueve exquisitas obras compuestas entre 1930 y 1945, totalmente diferentes, en las que el nexo de unión es la fusión de música barroca -influencia de su admirado Johann Sebastian Bach- y la música folclórica brasileña. Cada una de ellas tiene una formación distinta, por lo que rara vez se tocan juntas, y sus movimientos llevan por nombre y apellido un término musical barroco y otro brasileño. A pesar de ser completamente independientes, el autor quiso que fueran nombradas cada una de ellas como Bachianas brasileiras (en plural) más el número correspondiente. La que hoy traemos es la más conocida de ellas, la nº 5, para soprano y ocho violonchelos; bueno, en el vídeo sólo aparece el primero de los dos movimientos que lo componen: Aria (Cantilena) y Danza (Martelo). Este bellísimo Aria, Cantilena, quizás sea la obra más conocida de Villa-Lobos, quien posteriormente la arregló para soprano y acompañamiento de guitarra. La letra es obra de Ruth V. Corrêa.



Pues nada, mi admirada Ana María, espero que lleves bien lo de ser híper-famosa a partir de ahora, claro que si no es así, siempre puedes hacer como yo: un ser notturno


Notturno para orquesta - Martucci

Giuseppe Martucci, compositor, pianista y director de orquesta italiano. Destacó como excelente pianista ya desde niño, llegando a ser elogiado por Anton Rubistein y el mismísimo Liszt. No se quedó atrás en su faceta como director, llegando a participar del estreno del Tristán e Isolda wagneriano en Bolonia, en 1888, y cabe destacar la difusión por toda Italia de la música de los más grandes compositores europeos. En el, aproximadamente, centenar de obras de su producción musical sobresalen la influencia del romanticismo centroeuropeo y su amor por la cultura popular italiana. En esta solemne ocasión, elegimos este soberbio Notturno en sol bemol, op. 70, compuesto inicialmente para piano y arreglado posteriormente para orquesta. 




Bien, repasemos: Scharwenka, Elgar, Sibelius, Villa-Lobos y Martucci. También están Sol Gabetta, Bidu Sayao, Bernstein y Muti, estos dos últimos sé que especialmente admirados por mi agasajada e ilustre cienmilésima visitante, pero lo que sí me pareció extraño que mi agasajada e ilustre visitante no me haya pedido nada de su admiradísimo Mahler, aunque se le puede sentir en el Notturno marticciano, no es lo mismo, así que como no me quedo del todo complacido, este último regalo corre de mi cuenta. Noooo, no es que le haya encargado un retrato a mi pintor de cámara, yo sólo he enmarcado una imagen que encontré por ahí (pero ésto no tiene por qué saberlo nadie, ¿verdad?).





¡Y ya está! 
¿Queréis saber lo más importante de todo esto? Pues, aparte de que con este post he aprendido más de música que en los 7 años que llevo escribiendo en éste vuestro blog casi favorito, imaginar que al otro lado del Atlántico, a unos 6000 km. de distancia, quizás haya, al menos, una bella persona muy apreciada, poseedora de un alma sonriente capaz de irradiar toda su alegría por todo su, ya de por sí, afortunado entorno. 

Gracias de corazón, Ana María Troncoso.