6 de enero de 2015

♫Ya vienen los Reyes Majos♫

"Los niños han de tener mucha tolerancia con los adultos". 
Antoine de Saint-Exupery, escritor y aviador francés. 







Hola amigos y antes de nada, Feliz Año Nuevo; ¿y dónde se ha metido éste desde aquel sonado festival barrococó del día 25?, os preguntaréis sin obtener más respuesta que la que vuestra sagacidad os permite, pues seguramente se dedicará a ir rumiando sus pensamientos sobre el paso del tiempo y sus melancólicos efectos en largos paseos por esta acogedora montaña blanca, disfrutando del aire puro y de las primeras nieves del año...

Concierto para 2 violines BWV 1043
(Largo ma non tanto).

Es una de las más bellas obras maestras del barroco y una de las más conocidas de Johann Sebastian Bach; compuesta en Leipzig, allá por 1720, consta de tres movimientos, siendo el aquí expuesto el segundo de ellos. Un largo ma non tanto de ensueño, en el que los dos violines solistas dialogan entre sí mientras las cuerdas les acompañan con discretos acordes, como queriendo no molestar... ¿al amor? 
...y no estaríais muy equivocados, al menos en la forma, aunque un poco en el fondo. No era el paso del tiempo lo que ocupaba mis pensamientos, no, no era lo que ya ha pasado, era más bien lo que estaba por venir, el futuro, el futuro inmediato. Así que, con vuestro permiso, permitidme un ligero cambio en la banda sonora...

Parce mihi Domine
©1994 ECM Records GmbH.

Parce mihi, Domine: nihil enim sunt dies mei.
Quid est homo, quia magnificas eum?
Aut quid apponis erga eum cor tuum?
Visitas eum diliculo et subito probas illum.
Usquequo non parcis mihi, nec dimitis me,
ut glutiam salivam meam?
Peccavi, quid faciam tibi, o custos hominum?
Quare posuisti me contrarium tibi,
et factus sum mihimetispsi gravis?
Cur non tollis peccatum meum,
et quare non aufers iniquitatem meam?
Ecce, nunc in pulvere dormiam,
et si mane me quaesieris, non subsistam.
Letra y traducción: musicaantigua.com
Aléjate, Señor, pues mis días no son nada.
¿Qué es el hombre, para que lo exaltes
y para que pongas en él tu corazón?
Lo visitas de madrugada y de repente lo pruebas.
¿Hasta cuándo no te alejarás ni me dejarás,
para que pueda tragar mi saliva?
Si he pecado, ¿Qué te he hecho,
oh! Guardían de los hombres?
¿Por qué te pones contra mí
y me vuelves carga de mí mismo?
¿Por qué no quitas mi pecado
y perdonas mi iniquidad?
Ahora, pues, dormiré en el polvo
y, si me buscas mañana, ya no existiré.

 

Comprendo lo difícil que puede resultar para el público no aficionado entrar en cierto tipo de música antigua, sobretodo la vocal, por muy polifónica que ésta sea, así que he elegido esta maravillosa fusión que, allá por los años 90, creó un saxofonista noruego de jazz llamado Jan Garbarek  dando inicio a una serie de grabaciones en colaboración con The Hilliard Ensemble, un magnífico cuarteto vocal británico especializado en la interpretación de obras medievales y renacentistas. La pieza vocal interpretada corresponde al Officium Defunctorum, obra maestra de nuestro ilustre maestro sevillano del s. XVI Cristóbal de Morales, y sirve aquí como lujoso fondo de acompañamiento a los desgarrados lamentos que el saxo noruego va dejando caer a lo largo de los memorables seis minutos y medio que dura la interpretación de esta primera pieza de un disco que lleva por título Officium y que fue grabado en el Monasterio de St. Gerold, en Austria, con un resultado acústico de sobresaliente.

...Y es que, como cada año por estas fechas, espero la inevitable visita de mi queridísima sobrinita Mari Beyoncé, aquella que deja al caballo de Atila a la altura del Mi pequeño Pony más repipi, remilgado y cursi que os podáis imaginar. ¡Ay!, vosotros no lo percibís, pero yo ya siento temblar a esta colosal montaña como si de un flan de vainilla se tratara. 
Está cerca, muy cerca... 

♫ Ya vienen los Reyes, 
oh, chubari- bari ♫ 
♫ a casa de mi Titooooo, 
Ah, ah ah ♫
♫Under my umbrella♫
(Elá elá eh eh eh)...
-¡¡¡HOLA TITOOOO, SORPRESA!!!
-(Que te lo crees tú, menuda sorpresa). ¡Uy, pero mira quien a venido, qué sorpresa tan... tan...!

-Jo, tito, ya estás otra vez, ¡que pareces una campana, ja ja ja ja!... ¡Tito, tito!, ¿qué me han traído aquí los Reyes Majos?, ¿hay roscón?, tengo hambre; subir hasta aquí me ha dejao deshidratá, por cierto, tienes que bajar a por mis maletas, tendrás que hacer tres o cuatro viajes porque no podrás con las nueve de una vez, papá y mamá las dejaron en la carretera porque tenían prisa o algo así..., pero tito, dime algo, ya sé, te has quedado mudo de la emoción, ¿a que sí, eh? JA JA JA... 
Pues, en fin, ya os podéis imaginar que el resto de la jornada discurrió por los cauces habituales del surrealismo más increíble. Ya al final del día y gracias a la música y su capacidad para calmar las mas fieras fieras, valga la redundancia, conseguí que se sentara a mi lado a disfrutar de un par de los más célebres cuentos de la literatura infantil, aunque en su versión musical, y no sé como, pero funcionó. Y todo vino a cuento porque me contó, entre zarpazos y mordiscos a lo que en su momento fue un precioso Roscón de Reyes, que ya no quería ser princesa, ni siquiera empezando - como nos había contado hace unos añitos- por los más bajo, de Cenicienta...

"La Cenicienta"
(Obertura).

Esta es la pegadiza obertura de la ópera cómica en dos actos compuesta por Gioachino Rossini y estrenada en 1817 en Roma, basada en el cuento de hadas homónimo de Charles Perrault. Se cuenta que Rossini la compuso cuando contaba 25 años de edad en el plazo de 3 semanas y que le exigió al libretista, Jacopo Ferreti, cambiar el personaje de la Hada Madrina por un hombre de carne y hueso, al parecer debido a lo dificultoso que sería el empleo de efectos especiales en el escenario. Y hablando de dificultades, en esta obra se incluyen algunos de los más terroríficos pasajes que, en cuanto a su ejecución, se pueden encontrar en el mundo de la ópera, como aquel Nacqui all' affanno que, en su día, tuve el placer de compartir con vosotros, en otro post.

...Pero, mi niña, entonces ¿qué quieres ser de mayor? -le pregunté fingiendo un gran interés-, pos no sé, Tito, ¡sí ya sé, seré la protagonista de tu cuento favorito! -Y fue en ese mismo momento como si se me hubiesen abierto las puertas del mismísimo Cielo-.
¡¡¡La Bella Durmiente!!! -no, exacto, no me pude reprimir.
La Bella Durmiente


He aquí una magnífica representación de uno de los ballets clásicos más conocidos y representados. Obra del compositor ruso Piotr Ilich Tchaikovsky, quien la escribió por encargo en 1889, siendo estrenada un año después en San Petesburgo. Consta de un prólogo y tres actos y, como la anterior obra, está basada en uno de los famosos cuentos del francés Charles Perrault, aunque podemos destacar la singularidad de que en el tercer acto aparecen algunos personajes de otros cuentos e incluso de otros autores.
Y cuando estaba yo ya saboreando la ínfima posibilidad de que mi deseo fuere alguna vez cumplido... 
-Titoooo...
-Uhmmm...
-Me voy a dormir que estoy agotada y nos espera una semanaaaa...
-¿De qué... semana me estás hablando? 
-¿No te ha llamado mami para decirte que en mi cole hay una epidemia de gripe y no podemos ir?



Farinelli pianga Lascia ch' io pianga
(Por cortesía de Javier Cordero, de ajedrezdeataque.com)

Lascia ch´io pianga
mia cruda sorte,
y che sospiri
la libertà;
e che sospiri...
e che sospiri...
la libertà. 
Deja que llore
mi cruel suerte,
y que suspire
por la libertad;
y que suspire...
y que suspire...
por la libertad.



Ya me contaréis... 
O no.