7 de agosto de 2011

Tormentos de verano.

El verano en la Montaña, comienza por Santiago y termina en Santa Ana.
(Anónimo)





     La frase de arriba, me parece tan felizmente apropiada. Veréis, mis queridos visitantes, yo, como diría Pitufo Gruñón, ¡ODIO EL VERANO! Sí. Y ante la imposibilidad de huir de él, debo conformarme con haber instalado éste, mi refugio virtual, en la espléndida montaña que veis en la foto del fondo. En realidad no es el verano en sí lo que tanto me disgusta, sino el sofocante calor que trae implícito.
      Si habéis leído Ya es primavera... ¡arg! pues ya os podéis imaginar por donde voy. El verano, el calor del verano, simplemente, me anula, me aplasta, me paraliza, me marea, me quema, me mata y luego me remata. ¿Os parece poco? Por eso odio el verano, aunque, bueno, os confesaré que sólo existe un verano que, lejos de atormentarme, me causa placer. Éste:

"El verano"
(Primer movimiento: Allegro, non molto)

     Estaba claro, ¿verdad? ¿Cuál, sino éste podía ser? Pues sí, volvemos a disfrutar de esa maravilla que el maestro veneciano Antonio Lucio Vivaldi compuso allá por el año 1725 y que todos conocemos como Las cuatro estaciones. En esta ocasión nos toca disfrutar del Concierto nº 2 en sol menor para violín, cuerdas y contínuo, RV 315, familiarmente conocido como El verano, cuyo primer movimiento habéis podido escuchar. En este Allegro, non molto se nos intenta describir, con gran éxito, mediante una lenta introducción, el agobiante cansancio provocado por el intenso calor. No tardan en escucharse los cantos del cu-cu, la tórtola y el jilguero, apagados intermitentemente por crecientes ráfagas de viento que provocan el lamento del joven campesino sabedor de que no anuncian nada bueno.  
     El verano trae el agobiante calor, pero éste, a su vez, ¿qué nos trae? ¡Moscas! Que yo no sé que diablos comen pero creo haber visto helicópteros más pequeños. ¡Y mosquitos! Ahora se han puesto de moda los mosquitos-tigre, que se llamarán así por lo fieros y voraces que son, vamos digo yo, porque la otra posibilidad suena a chiste. ¿Alguien se imagina a una pobre mosca seducida por todo un señor tigre en la confusión de una noche loca pasada de licores embriagadores de dudoso embotellado? ¿Y las habladurías?
     -Mirad, ahí viene esa. ¡Y parecía una mosquita muerta!
"El verano"
(Segundo movimiento: Adagio)


     Este tranquilo Adagio, valga la redundancia, es menos tranquilizador de lo que se espera. Describe la paz, el sosiego del descanso y al mismo tiempo el lamento de aquel joven campesino que sabe que esos truenos y relámpagos cada vez más cercanos anuncian la consiguiente tormenta.
     Las tormentas de verano, a veces tan refrescantes, a veces tan destructivas. Provocan incendios, inundaciones, destrozan cosechas enteras, barrios, paseos... Sólo un músico como Vivaldi podía pintar musicalmente este fenómeno tan... meteorológico. Y lo hizo, ¡vaya que sí! Lo hizo tan bien, tan prodigiosamente bien, que no describió una tormenta cualquiera, no. Le salió LA TORMENTA PERFECTA, así, con mayúsculas, con todas las letras. 


"El verano"
(Tercer movimiento: Presto)
     Con una partitura cuya ejecución corta la respiración, de un virtuosismo hipnótico, el genial maestro veneciano nos muestra como ante la irrupción violenta de la anunciada tempestad las bandadas de insectos intentan ponerse a salvo en histéricos vuelos a ninguna parte, magistralmente descritos por las cuerdas, mientras los rayos ponen a prueba el virtuosismo del primer violinista e impregnan la escena de sensaciones difícilmente explicables. Éxtasis total. 
     Sí, soy muy consciente de que a la gran mayoría de los mortales os fascina el verano. También es lógico. Verano implica descanso, vacaciones, viajes, fiesta, playa. ¡Ay, la playa! Cada vez que me asomo, (y procuro hacerlo poco) a un paseo marítimo se me ponen los vellos como escarpias. No encuentro explicación a ese ansia que tiene la gente por pasarse horas y horas en las atestadas carreteras para conseguir medio metro cuadrado de arena en la que tumbarse a competir quien se lleva el melanoma más hermoso. Y vuelta y vuelta, como el churrasco. Pero en fin, allá cada cual. 
     Como podéis imaginar a estas alturas ya no estoy para muchos trotes, por consiguiente, voy a retirarme a descansar, no sin antes dejaros un último regalito. Una auténtica joya que invita a la relajación, al disfrute moderado de los placeres estivales con la tranquilidad que da la satisfacción de saber que antes hemos hecho las cosas bien, de que de verdad somos merecedores de tan deseado descanso. 

"Summertime"


Summertime
Summertime and the living is easy
Fish are jumping and the cotton is high
Your dad is rich and your mom’s good looking
So hush little baby baby don’t you cry


One of these mornings you’re gonna rise up singing
Then you’ll spread your wings
And you’ll take to the sky
But till that morning
There ain’t nothing can harm you
With daddy and mommy mommy standing by

One of these mornings you’re gonna rise up singing
Then you’ll spread your wings
And you’ll take to the sky
But till that morning
There ain’t nothing can harm you
With daddy and mommy mommy standing by
So hush little baby baby don’t you cry.



Cleo Laine & Ray Charles


"Verano"
Es verano y la vida es fácil.
Los peces saltan y el algodón es alto.
Tu padre es rico y tu mamá está preciosa.
Así que calla bebé, no llores. 

Una de estas mañanas te levantarás cantando, 
entonces tendrás que extender tus alas
que te llevarán al cielo.
Pero hasta esa mañana
no hay nada que pueda hacerte daño
siempre con papá y mamá.

Una de estas mañanas te levantarás cantando,
entonces tendrás que extender tus alas
que te llevarán al cielo.
Pero hasta esa mañana
no hay nada que te pueda hacer daño
siempre con papá y mamá,
así que calla bebé, no llores, calla, no llores.





George Gershwin
     Esta preciosa canción es una nana compuesta por el músico estadounidense George Gershwin  como aria para la ópera Porgy & Bess de 1935 y debido a su inmediato éxito pronto fue adoptada por los grandes ases del jazz, entre ellos Ray Charles y Cleo Laine, pasando a ser en la actualidad una de las canciones más versionadas de la historia de la música. Sería difícil nombrar algún estilo musical en que no se haya interpretado. No es de extrañar.  




     Os dejo, he de ir a refrescarme un poco. Disfrutad todo lo que podáis y sed buenos. ¿No notáis un olor extraño,  como a carne chamuscada? ¿A barbacoa?
No ¿verdad? Serán imaginaciones mías.


     O no.