7 de febrero de 2016

Camino a la perdición.

"El tiempo es el mejor autor: siempre encuentra un final perfecto".
Charles Chaplin, actor y director británico.





Hola a todos.

Las penas no son menos penas por el hecho de ser ajenas; si a quien las sufre nos une un estrecho lazo de amistad, si sabemos de su dolor por haberlo vivido antes en propias carnes, con el consiguiente afloramiento de pesares ya casi olvidados, esas penas también se hacen nuestras... 



"Dolor de Amor" (1899), de William-Adolphe Bouguereau.





El Principio del Fin.


Y hastiados de banalidad, 
ciegos de libertades mal entendidas, 
borrachos de derechos, sin deber alguno, 
naufragaron en la más oscura de las desesperanzas
provocando su propia extinción. 

Y el primero en morir fue Amor.



Requiem: Kirie - György Ligeti 

Sobrecogedor Kirie del Réquiem para soprano y mezzosoprano solistas, coro mixto y orquesta (1963-1965), del compositor austriaco, de origen húngaro, György Ligeti, uno de los más grandes compositores del siglo XX, cuya fama alcanzó las más altas cotas, gracias al cineasta Stanley Kubrick que incluyó algunas de sus partituras en las bandas sonoras de "2001: una odisea en el espacio", "El Resplandor" y "Eyes Wide Shut". Una música  difícil de escuchar para los no iniciados, pero a la que no tarda uno mucho en acostumbrarse y quedarse prendado de ella, de su extraña belleza, capaz de despertar emociones muy dispares. Probad a escuchar su "Atmosphères" (1961), su "Lux Aeterna" para 16 voces a capella (1966) o este mismo Requiem, a solas, en la oscuridad de la noche y comprenderéis el verdadero significado del término sobrecogedor. Luego, al alba, sonreíd.




Entretanto...


Entretanto, silencio... 

(Enmascarada reserva, 
lacerante mudez en el teatro de lo absurdo. 
Carnavalescos disfraces de felicidades mal fingidas.
Títeres del pensamiento ajeno,
rehenes del propio espejo, 
artificial impostor de la mirada amante). 

...y una larga espera 
dándole tiempo al Tiempo





As brumas do futuro.

Sim, foi assim que a minha mão
Surgiu de entre o silêncio obscuro
E com cuidado, guardou lugar
À flor da Primavera e a tudo
Manhã de Abril
E um gesto puro
Coincidiu com a multidão
Que tudo esperava e descobriu
Que a razão de um povo inteiro
Leva tempo a construir
Ficámos nós Só a pensar Se o gesto fora bem seguro
Ficámos nós A hesitar
Por entre as brumas do futuro
A outra acção prudente
Que termo dava
À solidão da gente
Que deseperava
Na calada e fria noite
De uma terra inconsolável
Adormeci 
Com a sensação
Que tinhamos mudado o mundo
Na madrugada
A multidão
Gritava os sonhos mais profundos
Mas além disso
Um outro breve início
Deixou palavras de ordem
Nos muros da cidade
Quebrando as leis do medo
Foi mostrando os caminhos
E a cada um a voz
Que a voz de cada era
A sua voz

A sua voz


Canción del grupo portugués Madredeus, compuesta para la película Capitanes de Abril, escrita y dirigida en el año 2000 por Maria de Medeiros, que narra los hechos ocurridos en Portugal entre el 24 y 26 de abril de 1974, en torno a la que fue conocida como la Revolución de los Claveles. Una preciosa canción en la que la, por aquel entonces, vocalista del grupo, la lisboeta Teresa Salgueiro, hace descender su hermosa y vibrante voz de soprano hacia profundidades casi abisales, y subrayo el por aquel entonces, porque a finales de 2008, los muchos admiradores del grupo sufrimos la enorme decepción de la ruptura del mismo, que aunque formación y vocalista continúan cosechando éxitos en sus respectivas nuevas formaciones, ya nada será lo mismo.   



Os dejo por hoy, he de seguir adelante, avanzando entre las brumas del futuro, tanto como la imperdible esperanza y la analgésica melancolía sigan siendo el alimento del alma errante y atormentada que no encuentra respuestas.


Tristán e Isolda: Preludio. 
Vídeo: Intro de "Melancholia" (2011). 

Precioso espectáculo visual el del comienzo de la película Melancholia (2011), dirigida por el danés Lars von Trier, perfectamente adornado con el conmovedor Preludio de la ópera Tristán e Isolda, de Richard Wagner


"For ever (Tristán e Isolda)", de Gaston Bussière.






El Fin. 

Y lloraba la Muerte la muerte de Amor.
Nadie lloró 
¡jamás!  
ni más,
ni mejor. 

Nadie jamás lloró 
la muerte de la Muerte, 
como lloraba la Muerte
la muerte de Amor. 
                            Florentino Menéndez. 





"Muerte de Tristán e Isolda" de Rogelio de Egusquiza.