1 de enero de 2018

Feliz 2018

"La pobreza no viene por la disminución de las riquezas, sino por la multiplicación de los deseos". 
Platón, filósofo griego.







Queridos visitantes, amigos, familiares, todos: 

Unas breves palabras para desearos un muy FELIZ AÑO NUEVO. Que este 2018 que acaba de nacer os sea propicio en salud y felicidad, y que todos los buenos propósitos y proyectos que os habéis marcado como meta, lleguen a buen fin. 

Y para la apertura del nuevo año me he decidido por una obertura, nada navideña, por cierto, pero basada en una de esas historias que acaban con el triunfo del bien, la compasión y el arrepentimiento, frente al mal, la venganza y el fanatismo. Son sólo 9 minutos... 


Obertura Coriolano - L.v. Beethoven 

Creada, y estrenada en Viena, por Ludwig van Beethoven en 1817 como introducción musical a una tragedia del poeta alemán Heinrich Joseph von Collin, basada en la vida del político y militar de la antigua Roma, Cayo Marcio Coriolano, cuya vida ya fue narrada por Plutarco a finales del siglo I en su monumental obra Vidas paralelas y sirvió de inspiración a William Shakespeare para escribir su tragedia griega Coriolano, en 1607. 

Entiéndase que Beethoven no pretende resaltar la vida del héroe romano, sino su admiración por el ser humano llevado al límite en su enfrentamiento con el amor y la lealtad, el orgullo y la humillación, la soledad del héroe dispuesto a todo, ante sus propios demonios.


Coriolano suplicado por su familia (1652)
 Nicolas Poussin
Escrita en dos tonalidades, en do menor para representar el lado oscuro de la obra en el que el líder romano, caído en desgracia, decide atacar a su propio pueblo, Roma; y en mi bemol mayor, representando la ternura y el amor en las súplicas de su madre Volumnia y su esposa Virgilia, ciudadanas romanas, para que ceda en su determinación y retire su ejército. Ésto y la majestuosidad de la ciudad de Roma le hacen desistir y tragarse su orgullo, despertando la ira de sus aliados, amén de que, como buen militar, es incapaz de admitir la retirada de sus tropas, dejándose ser inducido al suicidio -o, según qué crónicas, condenado a muerte por lapidación-, exquisitamente expuesto en el lánguido y sutil final de la obra. 

Pero qué manera más fascinante de empezar el año, ¡hay que ver lo afortunados que sois!, ésto sólo os pasa a vosotros, porque sabéis dónde hay que ir. Si empezamos así de bien, no me puedo imaginar cómo lo acabaremos. 
Yo espero y deseo que de aquí a un año, todos volvamos a encontrarnos y que además seamos inmensamente más ricos en salud, sabiduría y belleza.