Percy Bysshe Shelley, poeta británico.
Mis queridos visitantes, antes de nada, FELIZ NAVIDAD.
Hoy, este vuestro blog favorito cumple 6 años y, como viene siendo costumbre, me siento muy honrado de invitaros a la pertinente celebración, pero no os alborocéis en demasía, pues a una temporada que, por una cosa u otra, ha sido más bien escasa en frutos, han de corresponderle unos fastos de parecida índole, lejos de aquellas pomposas galas barrocoquistas de antaño, tan de los sencillos gustos de quien suscribe.
Pero antes de dejaros con el hermoso tema musical de hoy, que refleja perfectamente lo que este año que agoniza ha dejado en este alma aún esperanzada, quiero y debo daros las gracias por seguir ahí y pediros que aceptéis mis más sinceras excusas por el necesario distanciamiento que en redes sociales me he auto-impuesto.
Pero, pasad, pasad y sentáos; cerrad los ojos y escuchad...
Preludio nº. 4 en mi menor.
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Chopin y Sand, por Eugène Delacroix |
Cuarto, para mí el más hermoso, de los 24 Preludios para piano que conforman el Op. 28 del más célebre de los compositores polacos, Frédéric Chopin, quien compuso una parte de ellos en la localidad mallorquina de Valldemosa, intentando refugiarse del crudo invierno parisino, en compañía de la célebre escritora francesa George Sand, por aquel entonces su sostén sentimental, económico y vital, una bonita historia, con misterio pictórico de por medio, de la que puedes saber más pinchando aquí.
Cada uno de los 24 Preludios están escritos en una tonalidad diferente, expresando distintos sentimientos o emociones, entre las que destacan una melancolía y una rabia casi dolorosas de escuchar, influencias seguras del estado emocional de un hombre que, aún joven, se ve indefenso y frágil ante una quebradiza salud que no tardaría en abandonarle. A este Preludio nº. 4 se le conoce extra-oficialmente con el sobrenombre de Suffocation (asfixia, ahogo) y aquí suena bajo las sabias manos de la extraordinaria pianista bonaerense Martha Argerich.
Y para terminar, como curiosidad, os diré que esta hermosa pieza aparece interpretada por el mismísimo Christian Grey en una escena de la película "50 sombras de Grey", por Allie Calhoun en "El diario de Noa" y -entre otras- en mi favorita, "Florence Foster Jenkins", a dúo por la excéntrica cantante y su pianista, interpretados por Meryl Streep y Simon Helberg.
Ahora sí, os dejo, supongo que rebuscando en vuestra videoteca o deuvedeteca, así que gracias, de nuevo y hasta el año que viene.
O no.